9.7.09

BREVE CRÓNICA DE UNA INAUGURACIÓN


Por fin se inauguró el nuevo puente sobre el río Guadiana. Ha sido a la segunda, porque unos días antes se reunieron en el lugar la misma caterva de personajes y todos dimos por hecho el bautizo.Pero no; inocentes de nosotros no habíamos caído en la cuenta de que en ese primer acto faltó un elemento esencial sin el cual, en la nueva cultura política que imponen las tendencias dominantes, no hay bautizo ni inauguración válida si falta el ágape, la comilona y la bebilona; si falta lo que en Villanueva se dice de forma castiza "la jartera". Por supuesto, a costa del bolsillo de los ciudadanos. A la segunda hubo todo eso, y el puente pudo salir de la pila bautismal en brazos de su mentor, su realizador, su padrino que le da su nombre con inigualable generosidad y con lo que, si le ocurriera algo, ¡dios no lo quiera!, ya no iría al limbo de los justos.

Y el caso es que los últimos acontecimientos nos llevan a dudar de a quién pertenece el puente en estos momentos. Porque, a pesar de la típica fanfarronada del CESAR IMPERATOR y la soflama de su rojerío folclórico y de cartón piedra con aquello de "este puente lo he hecho yo con el dinero que le saqué a las eléctricas", ahora resulta que ese dinero, según reciente sentencia, hay que quitárselo otra vez a los pobres para dárselo a las más pobres compañías eléctricas, a pesar de valor y arrojo de Juan Carlos "Corrientes" que siempre dice hacer lo contrario.

¿Tendrán que rebautizar el puente y llamarlo, por ejemplo y con un poco de más propiedad "puente de las Compañías Eléctricas”?. El oficiante de la ceremonia tiró de su más granado estilo retórico, de valido de primera, y comparó sin rubor a su antecesor en el cargo con la obra en cuestión. "Juan Carlos, tú eres como ese puente, siempre salvando obstáculos". Cuentan que muchos de los asistentes lograron contener la risa. ¡Vale Willy, muy bueno lo tuyo; tienes una innata capacidad para superarte cada día!; pero...levanta la cabeza hombre y endereza la rodilla que ya nadie te va a quitar la vara, ni de la mano ni del apellido. El monaguillo estuvo en su línea y, arrojado y henchido de amor agradecido, dijo algo él solito y sin chuleta, como que era el día más feliz de su vida y que ahora va a luchar para conseguir que la Junta de Extremadura comunique el puente con la N-430. Evidentemente debió ser un lapsus, cosa rara en este portento de la comunicación incluso más allá de las primeras frases. Pero el caso es que no recordaba quién había dicho algo así hace unos meses cuando aún la obra estaba en marcha. Dicen que después comentó que esa idea la había leído en algún sitio; pues claro que sí criatura: ¡en el Matarratas anterior a éste!

Pues en ese tono de "eres muy bueno"; "no, tú eres mejor"; "que no hombre que tú eres único" y bla, bla, bla, transcurrió el resto de la francachela, tras lo cual fueron sé, comieron y bebieron como correspondía, y fueron muy felices acompañados del tradicional grupo de coros y danzas. Y bueno, hasta la próxima en el enlace con la N-430. Gallardo, tú sí que sabes.

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